Digital, Estrategias de marketing, eventos, Hortelanos
En La Hora H hablamos del paso de Universal Analytics a Google Analytics 4. Te explicamos lo que supone este cambio.
En La Hora H hablamos del paso de Universal Analytics a Google Analytics 4. Te explicamos lo que supone este cambio.
La Hora H es un evento de la agencia de comunicación Hortelanos. 60 minutos para sembrar conocimiento e inspiración.
Nos hemos certificado como agencia Google Partner, lo que aumenta nuestras capacidades para impulsar las marcas para las que trabajamos.
Tenemos chica nueva en la oficina. Andrea Martín se convierte en la nueva Hortelana de nuestro equipo. ¡Bienvenida!
Grupo Agromotor, uno de los grupos de automoción más importantes del País Vasco con 60 años de historia, ha apostado por Hortelanos para conducir su proceso de transformación digital e impulsar su estrategia de comunicación.
Si has llegado hasta aquí probablemente ya sabes que hace 3 meses pusimos en marcha una experiencia piloto para implantar la semana laboral de cuatro días. Ahora, como os prometimos, hacemos balance y compartimos con vosotros las dificultades y los aprendizajes que nos hemos encontrado en el camino, así como la decisión definitiva que hemos tomado.
La clave es la cultura de empresa
Nosotros no tenemos patentes, ni máquinas, ni edificios ni tecnologías súper avanzadas. Lo más importante que hay en Hortelanos somos las personas. Ponerlas en el centro es nuestra estrategia de negocio para que el proyecto empresarial sea sostenible en el tiempo.
Las personas tienen que participar; sentirse escuchadas; proponer; equivocarse; aprender; y crecer. Y así se genera confianza la necesaria como para saber que vamos a hacer nuestro trabajo en tiempo, forma y fondo; que si alguien se toma un descanso es porque lo necesita y que terminará las tareas en otro momento; y que no se pasará la mañana viendo vídeos de Pantomima Full mientras el resto trabaja (aunque algunos sí que vemos de vez en cuando).
Y lo más importante, todos nos sentimos responsables de nuestro trabajo, de la satisfacción del cliente y en definitiva del devenir de la empresa.
Una cultura empresarial que pongo el foco en las personas es la principal palanca que cualquier organización tiene a su disposición para implantar una semana laboral de 4 días o cualquier otra medida que favorezca la conciliación.
¿Somos más productivos?
Para responder a esta pregunta nos tenemos que retrotraer al año 1919. Fue entonces cuando se implementó la jornada laboral de 8 horas, con un máximo de 48 horas semanales. El actual estatuto de los trabajadores, aprobado en 1980, recoge un máximo de 40 horas trabajadas a la semana e incluso existe una directiva europea que establece el límite en 48 horas, aunque es cierto que en ningún país de la UE se aplica y generalmente se acercan más a las 40 horas.
En 1919 no existían los ordenadores y en 1980, cuando nosotros ni si quiera habíamos nacido, tampoco teníamos móviles, email o una herramienta como Metricool que te permite hacer un informe de métricas digitales de manera automatizada en apenas unos segundos. Ni si quiera nuestros puestos de trabajo existían entonces.
No nos parece razonable que las normas que se establecieron hace 40 años o 100 años sean las que rijan cómo debemos trabajar. ¿Por qué 40 y no 37 o 41? ¿Por qué cinco días y no siete o tres?
Hoy, disponemos de la tecnología y del conocimiento para ser más productivos y hacer el trabajo de forma más eficiente y en menos tiempo. Trabajar cuatro días nos obliga a ser más ágiles para tomar decisiones, a no demorar cuestiones, a no alargar reuniones de manera innecesaria. Por norma general no estamos trabajando más horas al día que antes. Así que la respuesta es que sí: somos más productivos.
¿Lo han notado nuestros clientes?
No. Cuando comenzamos con esto, lo comunicamos en nuestras plataformas digitales, pero decidimos (de manera consciente) no hacer una comunicación específica a nuestros clientes. La mayoría de ellos no saben que trabajamos cuatro días a la semana y los que lo saben, no han notado que el servicio o la calidad del trabajo haya disminuido, o al menos esa es nuestra percepción.
¿Y podemos cumplir siempre?
No, rotundamente no. A veces hay un evento que cae en viernes, un shooting o alguna circunstancia que implica a más personas (normalmente no hemos tenido problema para gestionar agendas y evitar las reuniones, eso si). Son circunstancias casi inevitables y seguirán ocurriendo. El objetivo tiene que ser que podamos mover sin problema ese día extra de descanso a otro de la semana.
Además, en nuestro trabajo el servicio al cliente es un componente esencial y muchas de los proyectos son de base digital por lo que funcionan 24/7. De forma habitual tenemos que realizar alguna tarea en sábado o domingo, ahora también los viernes. Pero lo entendemos como una parte de la flexibilidad que requiere nuestro trabajo y los beneficios superan con creces a los debes.
La principal barrera somos nosotros mismos
En este tiempo hemos detectado ciertas barreras y casi siempre las hemos creado nosotros, de manera innecesaria. Cierta sensación de “no estar trabajando lo suficiente”. Remordimientos por estar haciendo un recado mientras los compañeros trabajan; o la tentación de dejar algo para el viernes que sabes que estás más tranquilo. Con las semanas, estas sensaciones han ido apaciguándose y poco a poco lo iremos asumiendo como algo totalmente normal.
Herramientas para mejorar la productividad
Con esto no vamos a descubrir nada puesto que su uso está muy extendido, pero sí hemos incorporado alguna herramienta nueva para coordinarnos mejor y mejorar la comunicación interna y ciertas tareas.
Dicho todo esto, queremos hacer una reflexión y un anuncio.
La reflexión: durante estas semanas hemos recibido ciertos comentarios despectivos por parte de algunos profesionales que consideraban que esto es inviable y que lo que pretendíamos era hacernos los guays. Todavía hay una mentalidad de control y presencialismo demasiado arraigada en nuestro entorno. Esto no favorece ni la productividad, ni la innovación ni la conciliación. Del desarrollo y la retención del talento ni hablamos. Sin una cultura empresarial proclive, adoptar estas medidas será difícil. Pero también pensamos que es algo que se irá extendiendo de manera progresiva y nos alegramos.
El anuncio es sobre si implantamos o no la semana laboral de 4 días, y la decisión ha sido unánime: se queda.
Durante los próximos meses, trataremos de que su aplicación sea plena, de mejorar nuestros procesos, comunicación interna y forma de trabajo. También trataremos de mejorar nuestras condiciones de trabajo, empezando por los salarios; y siguiendo por añadir otros beneficios sociales que decidamos entre todos (actualmente disfrutamos de una cesta de verdura ecológica mensual, servicio de fisio o nutrición o cuota del gym, ayuda por acudir en bicicleta o transporte público, teletrabajo y vacaciones ilimitadas).
Todos nosotros hemos trabajado en otras agencias anteriormente. Conocemos cómo funciona este sector. Por eso, sabemos bien que vivir en un sinvivir no es vida. Y si nos quedamos a cenar pizza en la agencia, que sea porque nos apetece hacerlo 🙂
En Hortelanos creemos en el marketing «one to one» y por lo tanto, en el email marketing. Por eso, nos hemos certificado como agencia partner de Mailchimp.
En Hortelanos también volvemos al cole (si es que alguna vez lo abandonamos) y lo hacemos con ganas e ilusión, pero también con preocupación por la situación que estamos viviendo.
No somos epidemiólogos, pero por la propia naturaleza de una epidemia, lo único que sabemos seguro es que si no se confina a la población (algo que ahora mismo parece improbable) cada día vamos a estar peor que el anterior, al menos hasta que se encuentre una vacuna segura.
No somos mucho de esperar sentados a que otros solucionen los problemas, especialmente cuando dicha solución también depende de nosotros. Por eso, hemos querido establecer unas serie de medidas que si bien no resultan demasiado novedosas, si fijan un marco de trabajo y de relación con nuestro entorno (clientes, colaboradores, proveedores).
El motivo de ponerlo por escrito radica en que al no existir directrices claras sobre qué hacer y cómo hacerlo, cada persona y organización adopta sus propias medidas (o no), lo que a menudo nos sumerge en una espiral del silencio en la que nadie se pronuncia. Conclusión: acabamos actuando como si aquí no pasara nada.
Por eso, para cuidar de nuestros clientes, de los clientes de nuestros clientes, de nuestros colaboradores hortelanos, familiares, amigos y de nosotros mismos, hemos establecido un modus operandi para poder trabajar durante los próximos meses de forma segura.
En Hortelanos comenzamos a teletrabajar cinco días antes de que se declarara el estado de alarma y se confinara a la población. De manera puntual hemos asistido a la oficina a alguna reunión o incluso nos hemos reunido en espacios al aire libre (es un eufemismo, en realidad lo hemos hecho en terrazas de bares, que es lo que nos gusta). En la agencia teníamos ya antes de toda esta movida libertad de horarios y de lugar de trabajo, así que esta situación no nos han resultado nueva. Pero en el coworking estamos 8 personas (de tres empresas diferentes), así que de momento nos parece más seguro no trabajar en la oficina. Mantener ese gasto nos supone un esfuerzo extra, pero estamos seguros de que algún día volveremos a encontrarnos en Kane & Co.
Las reuniones con colaboradores, clientes o proveedores seguirán siendo online. Echamos de menos el contacto directo pero creemos que esta es la mejor opción a día de hoy. Durante los meses precedentes lo hemos hecho así y los resultados han sido buenos.
Puede ser que en ciertos casos, una reunión presencial sea imprescindible. Por suerte o por desgracia, en nuestra oficina disponemos de un jardín bastante amplio, y lo ponemos a disposición de colaboradres, clientes y proveedores para que esas reuniones podamos celebrarlas ahí. Cuando sea preciso instalaremos dos carpas pequeñas, mesas, sillas y el material de trabajo que necesitemos. De esta manera, podremos mantener la distancia física y correrá el aire. Además, en el tránsito hasta el jardín será obligatorio usar mascarilla y dispondremos de gel desinfectante. El café corre de nuestra cuenta.
En ocasiones podría ser que dos o más personas del equipo tengan que desplazarse a algún lugar. Estos desplazamientos se harán de manera individual, cada uno en su vehículo particular. Sabemos que Greta Thunberg se sentirá profundamente decepcionada con nosotros, pero le prometemos que lo compensaremos de alguna manera.
En ciertos casos, será necesario realizar shootings, rodajes o pequeños eventos. En estos casos, procederemos a elaborar un protocolo específico, que por supuesto implicará el uso de mascarillas, medidas de distanciamiento físico e incluso la realización de pruebas PCR.
Las situaciones extraordinarias necesitan soluciones fuera de lo común. Eso es precisamente la creatividad. Y como agencia de publicidad, estamos más obligados que nunca a crear ideas que solucionen los problemas de comunicación que nos plantean las marcas.
Quizás no podamos hacer una gran producción audiovisual ni juntar a 30 personas en una bodega para que hagan yoga y se tomen un vino, ni tampoco una acción de street marketing. Pero con limitaciones, menos recursos y presupuestos más limitados, seguiremos haciendo lo que mejor sabemos hacer. Con pies, cabeza y ADN digital, como siempre. Por muy cabezón que se ponga en COVID-19.
Si se te apetece hablar sobre estas medidas o cualquier otra cosa, estaremos encantados de conectarnos el Skype y departir un rato contigo.
Cuando lanzamos nuestra web hace unos meses decidimos que no necesitábamos un blog.
Pero como ves, hemos cambiado de opinión. Después de medio año manejándonos en Instagram y Linkedin nos dimos cuenta de que necesitábamos más espacio. Porque hay cosas que no se pueden contar en stories de 15 segundos. O en una entrada de Linkedin. Bueno, y porque dicen que los blogs han muerto y llevar la contraria ya nos parecía un argumento poderoso por sí mismo.
Como ocurre con las huertas, expresar ideas necesita tiempo, espacio, paciencia. Las plataformas sociales son herramientas fantásticas, pero tienen sus limitaciones y a veces nos constriñen. Al fin y al cabo lo único que queremos es contar cosas y compartir historias. A veces por necesidad y otras por sacar pecho.
Quizás dentro de un tiempo descubramos que nadie está dispuesto a dedicar 4 minutos a leer un post elaborado. Que prefieren la fugacidad de una story sobre ayuno intermitente. Memes con aforismos. O los post de Moderna de pueblo, que oye, tampoco están nada mal. Tal vez las audioguías hayan llegado para siempre o los microrelatos sustituyan a las grandes novelas, y en un futuro distópico ya no sea necesario aprender a leer. Pero lo vamos a intentar.
También odiamos esos proyectos en los que es bueno tener un blog “porque beneficia al SEO”, aunque luego el contenido sea aburrido, nadie lo lea y a veces sea ininteligible. No nos gusta, pero reconocemos que nosotros a veces también lo hacemos.
No es ese el propósito de “La huerta”, el título que le hemos dado a nuestro blog y en el que esperamos plantar muchas ideas, reflexiones y experiencias. Y que maduren poco a poco y que den sus frutos. También habrá, seguro, épocas de barbecho, pero ahí seguiremos.
Gracias por leernos.